Ernestina Gomez Arguellez

Ernestina Gómez Argüellez nació el 7 de noviembre de 1957 en el hermoso pueblo de San Juan de los Lagos, Jalisco, un lugar lleno de tradición y fe, que marcaría profundamente su identidad y su forma de ser.

Desde joven se destacó por su fortaleza, carácter firme y un corazón lleno de amor.

En marzo de 1982, unió su vida en matrimonio con Juan Manuel Argüellez en su tierra natal y Juntos emprendieron una nueva etapa, llena de sueños y sacrificios, al emigrar a Los Ángeles, California, donde formaron su hogar y ya en suelo estadounidense, su familia creció con la llegada de sus cuatro hijos: Juanita, Mayra, Alex y Samantha, quienes se convirtieron en el centro de su mundo y la fuente de su mayor orgullo.

Con el paso del tiempo, su dicha se multiplicó con la llegada de sus nietas: Jocelyn, Jayleen, Julissa y Janellie. Cada una de ellas iluminó su vida y le dio aún más razones para sonreír. Para sus nietas, Ernestina fue mucho más que una abuela: fue su ejemplo, su consuelo, su alegría… simplemente “La mejor abuela”.

Ernestina tenía un alma alegre. Amaba la música y no perdía oportunidad para bailar. Pero uno de sus mayores placeres era cocinar para su familia. Nada la hacía más feliz que verlos reunidos alrededor de una mesa disfrutando de su pozole, sus tamales o su deliciosa birria, preparados con ese sazón que sólo ella sabía dar.

Fuerte, luchadora, con una presencia firme pero un corazón generoso, Ernestina dejó una huella imborrable en quienes la conocieron. Su legado vive en cada uno de sus hijos y nietas, en sus enseñanzas, sus valores, y en los momentos compartidos con amor.