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1965 Francisco 2023

Francisco Robles

October 3, 1965 — May 23, 2023

In Loving memory of

Francisco Robles

October 3, 1965  ~  May 23, 2023

 

The sudden passing of Francisco Robles at the age of 57 in Colton, California has left  his family and friends in a sea of sorrow. He was a cherished brother, brother-in-law, uncle, cousin, nephew and friend.

 

On October 3, 1965, in the town of Valparaiso, Zacatecas, Mexico a sweet-faced baby boy was born. Francisco as he was named – Panchito as he was called – would grow up to be the most gentle of souls. He was born to his mother Maria Auxilio Cosio, another gentle soul, and to his father Roque Robles in their own humble home. His father loved to show off such a sweet-faced baby boy in the streets of his pueblo. He was also the pride and joy of his mother and seven older siblings.  More little ones soon followed as the family transitioned their life to Altadena, California in the early 1970’s. Panchito enjoyed the role of the doting older brother and within a few years, doting tío.  Early on the family sensed the purity of Panchito’s heart and the kindness in his spirit which evoked a special tenderness for him that would last his lifetime.  In this family  of many, Panchito was the introverted and insightful one. He made no trouble while all his rambunctious brothers and nephews made every sort of ruckus in the home. Panchito kept himself busy creating innovative games to play with the younger ones, or quietly studying or looking for something to read.  

 

Panchito seemed to love school or maybe it was just that he loved to learn, to discover new things and to challenge himself by taking the hardest math courses in high school and running cross country. His mind was always at work observing the world with curiosity and skepticism, challenging beliefs and ideas that he could easily deconstruct. He was astute and steadfast, a scientist at heart, working towards accuracy and precision. Panchito was also silly and witty, his commentary humorous and concise.

 

Panchito was a voracious reader. He easily devoured several books a week – mostly science fiction, his favorite genre. And he was an avid movie lover. He loved watching high-action superhero movies, suspense and mysteries; almost any intriguing story plot on the big screen captivated his attention while he feasted on his large bag of popcorn and gigantic cherry slushy. But he wasn’t a big fan of rom-com movies and he really hated when a book to movie adaptation changed the story line or details that mattered to him.  He hated that. But he loved taking his nieces and nephews to the movies, he really enjoyed it

 

Panchito was a dog-lover (he was a sucker for a sad puppy face). He rescued many little rascals who became his furry best friends. They rarely left each other’s side. Doggies sensed Panchito’s innate love for them instantly, drawn to his gentle energy, affection, and pure love.

 

 Because Panchito was not materialistic he did not fill his life with empty possessions, but instead concerned himself with his work, his doggies and the people he cared for. Panchito’s life was defined by the extraordinary empathy he had for everyone and anyone he met. He suffered his own emotional pain and acutely felt the pain of those whom he loved.  Panchito’s level of generosity knew no limits. He provided a home for his younger siblings when they most needed it and provided many a lending hand when they found themselves in financial straits, in need of housing or a job.  The friendship and love he offered was unconditional. Panchito did not know how to look away if he knew someone was in need or say no if  someone asked for help. Like his mother before him, he would set himself on fire to keep others warm, sacrificing his own well-being so  others would be okay. It also pained him to imagine he would ever be a burden to anyone. This was his nature, his disposition, it is how he loved, how he lived and how he died; giving and living for others, wanting nothing in return. 

 

Panchito has joined his parents and his brother René in the peace of eternity. He leaves behind his four sisters, Elsa  DeRobles Escamilla, Maria DeRobles Hall, Patricia DeRobles, and Arcelia DeRobles, his older brothers Miguel Cosio, Zenorino DeRobles, Roque DeRobles, Octavio DeRobles, Gregorio DeRobles, younger brothers Victor DeRobles, Adrian Robles and nephew (raised like a brother) Gabriel DeRobles. They will continue to honor his memory and his legacy of kindness and generosity. Panchito also leaves behind many nephews, nieces, cousins, relatives, and friends who adored him.  

 

In lieu of flowers kindly donate to the Best Friends Animal Society.

 

En español:

 

El repentino fallecimiento de Francisco Robles a la edad de 57 años en Colton, California, ha dejado a su familia y amigos en un mar de tristeza. Era un querido hermano, cuñado, tío, primo, sobrino y amigo.

El 3 de octubre de 1965, en el pueblo de Valparaíso, Zacatecas, México, nació un bebé de carita dulce. Francisco, como lo nombraron, Panchito, como lo llamaban, crecería para ser la más gentil de las almas. Nació de su madre María Auxilio Cosio, otra alma gentil, y de su padre Roque Robles, nació en su propio hogar humilde. 

A su padre le encantaba presumir a su bebé tan dulce y hermoso por las calles de su pueblo. También era el orgullo y la alegría de su madre y siete hermanos mayores. Pronto siguieron más pequeños, cuando la familia hizo la transición de su vida a Altadena, California, a principios de la década de los 70s.

 Panchito disfrutó el papel del hermano mayor cariñoso y dentro de unos años, el tío cariñoso. Desde muy temprano, la familia sintió la pureza del corazón de Panchito y la bondad de su espíritu, lo que despertó en él una ternura especial que duraría toda su vida. En esta familia de muchos, Panchito era el introvertido y perspicaz. Nunca causó ningún problema, mientras que todos sus hermanos y sobrinos bulliciosos hicieron todo tipo de alboroto y travesuras en el hogar.  Panchito se mantuvo ocupado creando juegos innovadores para jugar con los más pequeños, o estudiando tranquilamente o buscando algo para leer.

Panchito parecía amar la escuela o tal vez solo amaba aprender, descubrir cosas nuevas y desafiarse a sí mismo tomando los cursos de matemáticas más difíciles en la escuela secundaria y corriendo a campo traviesa. Su mente siempre estaba trabajando observando el mundo con curiosidad y escepticismo, desafiando creencias e ideas que podía deconstruir fácilmente. Era astuto y firme, un científico de corazón, que trabajaba hacia la exactitud y la precisión. Panchito también era ocurrente, divertido e ingenioso, sus comentarios siempre eran humorísticos y concisos. 

Panchito era un lector voraz. Devoraba fácilmente varios libros a la semana, en su mayoría de ciencia ficción, su género favorito. Y era un ávido cinéfilo. Le encantaba ver películas de superhéroes de acción, suspenso y misterio; casi cualquier trama de historia intrigante en la pantalla grande cautivaba su atención mientras se daba un festín con su gran bolsa de palomitas de maíz y su gigantesco raspado de cereza. Pero no era un gran fanático de las comedias románticas y realmente odiaba cuando la adaptación de un libro a una película cambiaba el argumento o los detalles que le importaban. Él odiaba eso. Pero amaba llevar a sus sobrinas/sobrinos al cine, lo disfrutaba muchísimo

Panchito era un amante de los perros (le encantaban los cachorros de cara triste). Rescató a muchos pequeñitos que se convirtieron en sus mejores amigos peludos. Rara vez se separaban el uno del otro. Los perritos sintieron el amor innato de Panchito por ellos al instante, atraídos por su energía gentil, afecto y amor puro.

Como Panchito no era materialista, no llenaba su vida con posesiones vacías, sino que se preocupaba por su trabajo, sus perritos y las personas que cuidaba. La vida de Panchito estuvo definida por la extraordinaria empatía que tenía con todos  y cada uno que conocía. Sufrió su propio dolor emocional y sintió profundamente el dolor de aquellos a quienes amaba. 

El nivel de generosidad de Panchito no conocía límites. Proporcionó un hogar para sus hermanos menores cuando más lo necesitaban y brindó una mano a familia y amigos cuando se encontraban en dificultades financieras, en necesidad de vivienda o trabajo.

 La amistad y el amor que les ofreció fue incondicional. Panchito siempre ayudaba si sabía que alguien lo necesitaba y no sabía decir que no si alguien pedía ayuda. Al igual que hacía su madre antes que él, fácil se prendía fuego para mantener calientes a los demás, sacrificando su propio bienestar para que los demás estuvieran bien. También le dolía imaginar que alguna vez fuera una carga para alguien.  Esta fue su naturaleza, su disposición, es como él amó, como él vivió y como él murió; dar y vivir para los demás, sin querer ni pedir nada a cambio.

Panchito se ha unido a sus padres y a su hermano René en la paz eterna. Dejando atrás a sus cuatro hermanas, Elsa DeRobles Escamilla, Maria DeRobles Hal , Patricia DeRobles y Arcelia DeRobles, sus hermanos mayores Miguel Cosio, Zenorino DeRobles, Roque DeRobles, Octavio DeRobles, Gregorio DeRobles;  sus hermanos menores,Victor DeRobles, Adrian DeRobles y su sobrino (criado como un hermano) Gabriel DeRobles. Ellos seguirán honrando su memoria y  su legado de bondad y generosidad. Panchito también deja muchos sobrinos, sobrinas, primos, parientes y amigos que lo adoraban.


To order memorial trees or send flowers to the family in memory of Francisco Robles, please visit our flower store.

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